Humor en la ciencia: Más beneficioso de lo esperado

Un equipo estudió casi 2500 títulos y descubrió que el ingenio beneficia a los investigadores.

Lisa Stinton revisaba revistas científicas en busca de estudios para leer, cuando encontró uno que la hizo correr a Twitter y escribir “¡PAREN LA INTERNET! Encontré el mejor título de paper del mundo”, junto a la captura de un artículo titulado “Levaduras fantásticas y dónde encontrarlas: la diversidad dimórfica oculta de patógenos fúngicos”. Había encontrado una clara alusión al libro canon de Harry Potter.

Aún cuando hay quienes cuestionan su uso, que los científicos recurran a referencias culturales y al humor no es tan inusual como podríamos creer. Un estudio reciente de la revista FACETS demuestra que los artículos con títulos graciosos son más citados que los serios. “Diría que esperaba encontrar una influencia positiva en las citas, pero no me habría sorprendido si no hubiese sido así”, expresó Stephen Heard, investigador de la Universidad de Nuevo Brunswick, Canadá, y autor principal.

Heard, ecólogo evolucionista y entomólogo, notó que hacía falta investigar este tema mientras corregía la segunda edición de su libro The Scientist’s Guide to Writing. “El humor era un claro nicho en la literatura, y los pocos estudios parecían haberse perdido algo potencialmente significativo. Cuando llegó la pandemia y no pudimos hacer trabajo de campo, supimos qué hacer”, comentó.

Recolectaron los títulos de 2439 publicaciones de 9 revistas sobre ecología y evolución, los cuales fueron calificados por 11 voluntarios según una escala desde completamente serio a extremadamente gracioso. Al analizar los datos, los autores observaron primeramente que aquellos graciosos tenían menos citas.

Pero, como dice Heard en su blog, se preguntaron si los científicos dan títulos humorísticos a artículos que consideran menos importantes para ellos. Entonces, corrigieron sus datos según las autocitas, es decir, la cantidad de veces que un científico cita sus propios trabajos. Y los resultados volvieron a hablar. Cuando los científicos usan frases graciosas en su escritura, reciben más atención.

Búsqueda de la frase «one ring to rule» del libro El Señor de los Anillos de JRR Tolkien realizada en Google Scholar.

Para Heard, lo más sorprendente fue el desacuerdo entre los voluntarios de cuáles títulos eran graciosos y cuáles no, así como cuáles eran ofensivos. La originalidad también es clave. “Una vez que una docena de artículos tiene bromas con ‘Un anillo para gobernarlos a todos’, el resto ya deja de ser chistoso”, expresó.

“La lección que saco de nuestros resultados es: las personas suelen ver el uso de referencias culturales como una mala idea porque algunos lectores podrían no entenderlas, confundirse y abandonar la lectura; pero no parece ser una preocupación”, agregó Heard. Y concluyó: “Los científicos pueden utilizar su creatividad sin temer que su trabajo termine en el olvido”.


Escrito para el Taller de Producción Gráfica, Especialización en Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología, UBA.

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